miércoles, 25 de junio de 2008

Filtracion al Vacio

Filtración al vacío

El filtro al vacío que se emplea para eliminar el agua de los iodos, consta de un tambor sobre el cual descansa el medio filtrante formado por una tela de algodón, lana, nylon, dynel, fibra de vidrio o de plástico, o una malla de acero inoxidable, o también una doble capa de limaduras de acero inoxidable. El tambor, va montado en un tanque sobre su eje horizontal y sumergido aproxi­madamente una cuarta parte en el lodo acondicionado. Las válvulas y la tubería están dispuestas de manera que, a medida que el tambor gira lentamente aplicando el vacío en el interior del medio filtrante, va extrayendo el agua de los lodos y manteniendo el lodo adherido a él.
Se continúa la aplicación del vacío hasta que el tambor gira fuera del lodo hasta llegar a la atmosfera. Esto hace que el agua salga del iodo, dejando una capa o torta húmeda sobre la superficie exterior, la cual es raspada, soplada o levantada del tambor, justamente antes de que vuelva a entrar nuevamente en el tanque de lodo.
La medida común del funcionamiento de los filtros de vacio es la cantidad de kilogramos por hora, de sólidos secos, que se recogen por cada metro cuadrado de superficie filtrante (libras por hora, de sólidos secos por pie cuadrado de superficie filtrante). Para diversos lodos, éstos pueden variar desde 12.3 para lodos activados, hasta 30 ó 55 para los lodos primarios mejor digeridos (en unidades inglesas: desde2.5 hasta 6 u 11). El contenido de humedad en la torta de lodos, también varía según su tipo, desde 80 a 84 por ciento en lodos acti­vados crudos, hasta el 60 ó 68 por ciento en lodos primarios bien digeridos.
Aunque los costos de operación, incluyendo el acondicionamiento de los lodos para la filtración al vacio, son usualmente mayores que en los lechos, la filtración tiene la ventaja de requerir mucho menor superficie, de ser independiente de las estaciones del año y de poder eliminar la necesidad de digerirlos ya que los lodos crudos pueden ser deshidratados lo suficiente para permitir su incineración. Los deta­lles de operación de un filtro de vacio pueden variar un poco, según su manufactura, los productos químicos que se usen para el acondi­cionamiento y el tipo de lodos que se manejen. Sin embargo, unas cuantas indicaciones acerca del carácter general de la operación deben tomarse en cuenta. Tales sugestiones son:

· Los lodos acondicionados deben filtrarse lo más pronto posible, después de la adición de los productos químicos y el mezclado adecuado. El acondicionamiento continuo, por este motivo, debe preferirse al intermitente.
· Al filtrar lodos crudos, los lodos y sólidos de aguas negras fres­cas se filtran más fácilmente que los lodos sépticos o rancios. Esto es aplicable a la filtración- de lodos crudos.
· Usualmente se filtran más fácilmente los lodos completamente digeridos que los parcialmente digeridos.
· Es conveniente el concentrar los lodos que se vayan a filtrar, pues generalmente se filtran mejor los lodos con alto contenido de sólidos que los de bajo contenido.
· La presencia de aceites minerales y desechos de las plantas lavadoras en seco, dificulta la filtración de los lodos, Por lo tanto, tales desechos deben mantenerse fuera del alcantarillado y dispo­nerse de ellos por separado.
· Puede prolongarse la vida del material que se use como medio filtrante, mediante un cuidado adecuado. Esto implica el lavado del material con aspersores a presión, después de cada periodo de uso, la separación de las grasas y aceites con solución de jabón caliente si hay obstrucción; el tratamiento con ácido clorhídrico diluido para eliminar las incrustaciones calizas, asi como mantener ajustada cuidadosamente la cuchilla raspadora al tambor para prevenir el rasgado del material filtrante.
· Generalmente se logran los mejores resultados en el acondicio­namiento de los lodos, con soluciones diluidas de cloruro férrico (10 a 20%)
· Debe preferirse una cal de alta riqueza para los trabajos de filtración de lodos.
· Es necesario mantener un vacio uniforme, para lograr una operación satisfactoria. La pérdida o las fluctuaciones del vacio indican usualmente una rotura del material filtrante, lodos deficientemente o mal acondicionados o una distribución dispareja de los solidos de los lodos en la torta del filtro.
· Evítese el uso excesivo tic productos químicos. Frecuentemente se puede disminuir la cantidad de productos quimbos que se empleen para acondicionar, mediante el control cuidadoso del equipo de mezclado y floculación.
· Al terminar cada operación, debe limpiarse el filtro de vacio y sacar todos los lodos de la unidad. No deben regresarse estos lodos y el agua de lavado al tanque de almacenamiento de lodos, sino al canal de aguas negras crudas o a un digestor.

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