miércoles, 25 de junio de 2008

Incineracion

Incineración

La incineración de los lodos se considera muy común­mente como un método para la disposición de estos. Sin embargo, en este manual se incluye en el tratamiento de los lodos, porque el pro­ducto final del proceso consiste en cenizas que hay que eliminar.
Hay dos tipos principales de incineradores para lodos: Los instan­táneos y los de hogar múltiple. Los instantáneos se diseñan para quemar los lodos secos provenientes de los secadores instantáneos o de pulverizadores. Estos son de un material ligero que puede insuflarse al hogar tal como se hace con un combustible pulverizado. El calor de combustión se aprovecha para los secadores.
Los de hogar múltiple ya han sido descritos previamente en el secado por calentamiento.
En todos los tipos do incineradores, los gases de combustión deben tener y mantenerse a una temperatura de 675 y 760º C (1.250y 1.400° F) hasta que queden completamente incinerados. Esto es esencial para evitar olores molestos en la descarga de la chimenea. También es necesario, para lograr una eliminación eficaz de polvo, cenizas y hollín de la descarga del tiro. Se consigue mediante una cámara do asentamiento, con un separador centrifugo, o con un precipitador eléctrico tipo Cottrell. La selección depende del grado de eficiencia eliminatoria requerido por la situación de la planta.
Todos los tipos de lodos, primarios, secundarios, crudos o digeridos, pueden ser secados e incinerados. Los lodos primarios crudos, con cerca de 70 por ciento de sólidos volátiles, contienen alrededor de 4,300 calorías por kilogramo de sólidos secos (7,800 BTU por libra) y una vez iniciada la combustión, se quema sin combustible adicional, quedando de hecho un exceso de calor usualmente disponible. Los lodos digeridos pueden o no requerir combustible adicional, depen­diendo del contenido de humedad de la torta y del porcentaje de sólidos volátiles o del grado de digestión. Los lodos activados crudos requieren generalmente de combustible adicional para el secado y la combustión. En lodos los casos hace taita combustible adicional para iniciar la operación hasta que se haya estabilizado la combustión de los sólidos.
La incineración de los lodos se va generalizando, especialmente en las plantas grandes. Tiene las ventajas de economía, supresión del olor, independencia del clima y la gran disminución de volumen y peso del producto final del que tiene que disponerse. Hay un tamaño mínimo de planta de tratamiento de aguas negras, por debajo del cual la incineración no es económica, pues debe haber suficientes lodos para que se justifique el uso de equipo costoso. Una de las dificultades para operar un incinerador consiste en las variaciones del tonelaje y humedad de los lodos que se manejan.

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